Hasta el 5 de mayo de 2018, estará en la sala de artista del MAMB “El enigmático Norman Mejía”. Con una entrada triunfal, Norman Mejía nacido en Cartagena en el año 1938, apareció de repente en el arte colombiano, nada menos que ganando el Primer Premio del Salón Nacional de 1965. De inmediato, con tan sólo 27 años ya era un referente en la escena nacional. Pronto vinieron las exposiciones, como la realizada en el Museo de Arte Moderno de Bogotá ese mismo año, la que quizás sea su muestra mejor reseñada gracias a la valoración de Marta Traba. Para el historiador de arte Álvaro Medina, “Norman trasegó como un demonio en los horribles rincones de la violencia, la pasión y la locura del mundo infame que palpó a su alrededor.
Norman asumió esta poética con tal fervor que se aisló a conciencia de sus semejantes y se entregó, cuando aún le quedaba media vida por delante, al misticismo de astrólogo reflejado en las pinturas de sus últimos años”. En efecto, muy temprano resolvió Mejía encerrarse en su mundo. ¿Qué está haciendo Norman Mejía? Empezaron a preguntarse muchos, convirtiéndose su actividad artística en un misterio que alimentaba cada vez más su ya enigmática figura. Hoy sabemos que se entregó completa y exclusivamente a la pintura, con un frenesí y dedicación tan asombrosos como la gran cantidad de dibujos, pinturas y objetos que legó tras su fallecimiento.