Noviembre 24 / 2017 – marzo 11 / 2018
En 1987 Alfonso Suárez iniciaba un performance que no ha terminado aún, y que esporádicamente realiza, siendo invitado a diferentes festivales y espacios culturales. Esta serie de acciones, que posteriormente incluye la fotografía, viene a ser premiada en el XXV Salón Regional de Artistas, y marca un momento hito en la historia de las vanguardias del arte colombiano.
El artista centra la obra alrededor del personaje José Gregorio Hernández (1864-1919), el médico venezolano que se convirtió en santo no canonizado tras su muerte. Es una figura vinculada a la superstición, y a rituales religiosos populares. El culto del doctor José Gregorio surge a partir de sus apariciones, interviniendo a favor de personas con enfermedades graves, especialmente de carácter terminal. Su presencia milagrosa se manifiesta en una iconografía que sirve como referente de la obra, y que el artista viene a absorber, e incluso reemplazar.
Las primeras manifestaciones del doctor José Gregorio en la obra de Alfonso Suárez ocurren durante una serie de acciones en hospitales a finales de los ochenta, de las cuales no queda rastro. Ante la conciencia del carácter efímero de la obra, la fotografía se propone como una manera de registro, y posteriormente como la obra definitiva. Esta serie fotográfica es planteada como un tour de avistamientos del doctor José Gregorio a lo largo de una variedad de escenarios. Las fotografías han sido restauradas y remasterizadas de la película original, limpiadas y reimpresas, concebidas como la obra definitiva.
La premiación de este performance, de difusa y abierta interpretación, generó confusión en el público conservador de ese entonces. Visitas y apariciones presenta un diálogo curioso entre la corporalidad de sus intervenciones, relativo a la figura fantasmagórica que representa.