_H3A0064

 

Luz Lizarazo una artista colombiana, nacida en la ciudad de Bogotá en 1966. Realizó sus estudios en la Universidad de los Andes y en la Escuela de Bellas Artes de París. Hoy en día vive y trabaja en Bogotá.

Luego de participar en exposiciones y eventos artísticos en el país, tales como la Biblioteca Luis Ángel Arango, la Alliance Française-Bogotá, La Cámara de Comercio de Bogotá, el MAMBO Museo de Arte Moderno de Bogotá entre otros. Lizarazo presenta en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla el próximo viernes 6 de octubre, su proyecto “Ornitografías”, que estará abierta al público hasta el día 11 de noviembre.

Levedad, pesadez, diálogo, silencio, fragilidad y fortaleza son algunos de los aspectos que Luz Ángela encuentra en la capacidad de las aves de alzar vuelo y alcanzar otros mundos, y que presenta a través de dibujos y pinturas; pero también con materiales como hilo, nylon y cadenas de oro, como sucede en las redes de niebla y luz.

En “Ornitografías”, Luz Lizarazo nos propone una vez más un acercamiento a las aves, esta vez más allá de los aspectos físicos de esos seres, apunta  a su aspecto más humano. “Dilucidar esos aspectos esenciales de la condición humana a través de las aves, esos seres que con asombrosa facilidad abren sus alas y pueden estar en cualquier otro lugar, que comunican la tierra con el cielo y que, además de ver, siempre queremos escuchar”. Dylan Altamiranda.

Dylan Altamiranda: ¿De dónde surge ese interés por las aves?

Luz Ángela Lizarazo: Surge de un momento particular en mi vida en el que yo siento que quiero hablar de lo humano, pero de lo humano en términos muchos más sutiles como el tema de la ligereza, de dejar, de todos los pesos que cargamos, de cómo soltar esos pesos para ir más livianos por el mundo, entonces me pareció que los pájaros, que son los animales que más necesitas escuchar que comunican el cielo con la tierra, mensajeros para poder hablar de esos temas que para mí son importantes.

D.A: ¿Y cómo fue el desarrollo de la serie “Sobre el vuelo”?

L.L: Pues justamente esa serie surgió después del pájaro real con cola de trenza. Es una serie que se llama “Pájaro cola de trenza”, que era un pájaro inventado, muy bello, que tenía una cola muy larga, que era una trenza. Entonces esa cola no le impedía volar, pero, hacía que su vuelo fuera difícil. ¿Esto por qué? Porque en ese momento tenía mucha necesidad de hablar sobre todo lo que vamos arrastrando sin darnos cuenta en la vida que no nos impide movernos pero que hace que seamos de cierta manera pesados, que nos cueste mucho más trabajo llegar a ciertas metas que nos ponemos en la vida o la manera en cómo nos imaginamos que sería ideal vivir. Entonces cuando terminé esta serie, que fueron varios años de trabajo, decido que es el momento de soltar esa trenza para hablar de la etapa en la que supuestamente deberíamos estar cuando logramos por fin soltar eso que nos pesa y no nos deja mover libremente, entonces es cuando decido poner mis pájaros a volar y empieza la serie del vuelo, que es lo que yo hago, que es despojar a las aves no solo esa cola de trenza sino también de sus plumas, de sus músculos para hacerlo cada vez más liviano, y hago esta serie de dibujos y de pintura y de objetos en donde el ave está libre de todo, libre de cualquier peso, exagerando más y más esa ligereza para que pueda volar.

D.A: Pude notar que hay elementos relacionados directamente con las aves, pero me da la impresión que hay unas referencias sutiles a la mujer.

L.L: En este trabajo en particular, las referencias son, más que a la mujer, a lo humano. Pero también hay unos personajes femeninos como la mujer pájaro. Digamos que mi obra siempre va a tener una fuerte carga simbólica sobre lo femenino que a mi obviamente no me interesa ocultar porque siento que es parte de mi proceso. En otras obras anteriores claramente está expuesto y es muy directo. En Ornitografías los temas son más sobre lo humano que lo femenino, pero si hay unos personajes femeninos, como la mujer pájaro.

D.A: ¿Tendrá algo autorreferencial, en ese sentido?

L.L: Creo que la obra siempre es, en mi caso, siempre es autorreferencial porque hablo de mis propios pensamientos, mis propias obsesiones, me cuesta trabajo aislar el trabajo que hago todos los días de lo que yo estoy pensando y estoy viviendo todos los días. Puede que si tenga referencias a mí misma.

D.A: Se percibe también porque habla mucho de la fragilidad, de las vueltas de la vida o los procesos que se viven, entonces es como un proceso de reflexión o meditación sobre la vida misma.

L.L: Si, lo es, todo el tiempo. De hecho, creo que ese es el tema principal de esta serie.

D.A: Pude notar tanto en los dibujos, como en las pinturas y las redes, que hay mucho cuidado en la elaboración de la obra en ese proceso muy técnico y hasta artesanal; hay mucho cuidado en el trabajo manual, tanto en el dibujo como en las redes, y pienso que pueden ser procesos de meditación, como usted habla mucho de lo humano, la fragilidad, de la vida, y estos trabajos son de mucha introspección. ¿Lo ve así, lo vive así cuando lo trabaja?

L.L: Si. En el taller y en el proceso artístico como estoy tan concentrada y tan metida en el trabajo, pues si creo yo que llega uno a ciertos estados meditativos. En particular, cuando uno hace cosas de tejidos, como por ejemplo, la red de niebla que tiene restauración en oro, o todo el tejido que tiene lugar en mi obra, supe que se activan unos puntos energéticos en los dedos que se usan para meditar, y son los mismos que se usan en el bordado y en el tejido. Entonces sí, tienes razón en hacer esa lectura.

D.A: ¿Y cómo definiría esta serie de Ornitografías? ¿Qué son estas Ornitografías?

L.L: Ornitografías casi que es un poco redundante lo que voy a decir, pero para mí, es una manera de comunicar lo que para mí es esencial en la vida. Es una manera de hablar de cómo quiero yo, de unos procesos importantes en la vida que necesitan toma de consciencia: somos humanos y estamos acá, y que hacemos con este momento que tenemos, con esta vida que nos rodea, con este destino que tenemos.

ornitografia-01